La clave es impregnar un trapo con la pasta (no demasiado) y dejar que se seque. Con el trapo seco, frotar las pipas y el brillo comienza a aparecer enseguida. No lo intenten colocando la pasta sobre la pipa y luego frotando, es mucho más difícil y se consigue apenas brillo. Para las boquillas sí lo haremos así.
En las boquillas sí de ebonita el resultado es increíble. Si están muy verdes, pueden lijar primero con lija 1200 (en agua) o pasar pasta de pulir gruesa para llegar más fácil al color negro.
La pasta de pulir se vende en pinturerías. Cada lata de medio kilogramo (la presentación más chica) me costó 20 pesos.
jueves, 28 de agosto de 2008
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